El vítreo es un gel transparente compuesto en su mayor parte por agua, y en menor medida por colágeno, proteínas y otros elementos. Su función es principalmente dar contenido transparente a la cavidad posterior del ojo, en cuyo fondo se encuentra la retina. El vítreo no está vascularizado y no se regenera, y es preciso remarcar que al nacer es un gel homogéneo que con los años se va licuando y van apareciendo flóculos más o menos densos que pueden provocar pequeñas sombras en la visión (miodesopsias), conocidas de forma común como “moscas volantes”.
El vítreo se afecta fundamentalmente por depósito de diversas sustancias que provocan su pérdida de transparencia y por tanto perdida de visión.
Fundamentalmente por tres tipos de causas: Hemorragias de la retina (secundarias a diabetes, trombosis, roturas retinianas, etc), inflamatoria (diversas enfermedades de la retina y la coroides) e infecciosas (infecciones tras cirugías, tras traumatismos, a través de la sangre, etc.).
Otro problema es el desprendimiento posterior del vítreo. Al nacer, el vítreo se encuentra firmemente adherido a la retina, pero con el paso de los años estas adherencias van cediendo y se va despegando.
En ocasiones este desprendimiento se produce de forma brusca, provocando miopdesopsias por el colapso del gel y destellos de luces por irritación de la retina al despegarse el vítreo de ella. El principal riesgo del desprendimiento posterior de vítreo de forma brusca es que se produzca una rotura en la retina y secundariamente un desprendimiento de retina. Por ello ante síntomas bruscos como manchas o destellos de luces debe consultarlo rápidamente con un oftalmólogo.
Con respecto a las miodesopsias o moscas volantes, en la mayoría de las ocasiones disminuyen con el tiempo y no suelen molestar demasiado (al ser sombras solo aparecen al mira algo con mucho contraste, como una pared blanca o el cielo con mucha luz). En otras ocasiones sin inducen molestias importantes o alteraciones en la visión (principalmente en la lectura). La única solución eficaz para eliminarlas es la vitrectomía, dado que no se trata de una intervención exenta de riesgos, antes de indicarla habrá que valorar cada caso en particular y poner en la balanza los riesgos y los beneficios.