La foseta papilar es una alteración congénita poco habitual, generalmente unilateral, que se produce por un defecto en el desarrollo de la lámina cribosa, a través de la cual se hernia tejido neuronal de la papila que queda cubierto por una membrana de tejido glial. En el fondo de ojo se aprecia una depresión redondeada, generalmente en el borde temporal de la papila, de aspecto grisáceo.
Sin complicaciones asociadas suelen ser asintomáticas salvo ocasionales escotomas provocados por la falta de fibras nerviosas en esa zona.
La principal complicación que pueden provocar es el paso de fluido hacia el interior de la retina o debajo de la misma, provocando retinosquisis macular e incluso desprendimiento de retina seroso.
Sobre el origen de este fluido hay varias teorías aunque ninguna demostrada completamente. Una de ellas defiende que el líquido procede de la cavidad vítrea, accediendo al espacio subretiniano a través de tracciones o agujeros a nivel del tejido glial que recubre la foseta. En otra de las principales teorías se defiende que se trata de líquido cefalorraquídeo
procedente del espacio subarecnoideo, pasando al espacio intraretiniano primero (provocando una retinosquisis macular) a través del defecto de la lámina cribosa y posteriormente al espacio subretiniano a través de microagujeros en la retina externa.