Las lentes habituales están diseñadas para ser implantadas dentro del saco capsular tras la extracción de la catarata, es su posición más fisiológica y la que mejores resultados ofrece. Pero hay ocasiones en las que esto no es posible porque dicho saco está roto. Esto pude deberse a una rotura accidental durante la cirugía de catarata (es una de las complicaciones quirúrgicas, más frecuente de esta cirugía, ya que se trata de una membrana muy fina y frágil que puede romperse con cierta facilidad), a roturas o inestabilidades preexistentes por traumatismos o ciertas enfermedades, o a luxaciones tardías de lentes implantadas. En estos casos la lente intraocular habitual no puede implantarse y hay que recurrir a otros tipos de lentes.