Catarata

La catarata es la principal causa de pérdida de visión en mayores de 55 años.

En qué consiste

Se trata de  la opacificación y perdida de transparencia del cristalino, la lente natural del ojo, que  es una estructura biconvexa situada detrás del iris y visible a través de la pupila. Su principal función es enfocar en la retina las imágenes que llegan al ojo, con la capacidad añadida de modificar la potencia de dicho enfoque en función de la distancia del objeto, proceso denominado acomodación y que permite ver los objetos de cerca. El cristalino es una estructura transparente y con cierta elasticidad, formada principalmente por proteínas, que con el paso de los años se va opacificando y endureciendo, lo que da lugar a la llamada catarata.

Que síntomas provoca

Lo más frecuente es que provoque visión borrosa tanto de lejos como de cerca, con atenuación de los colores y pérdida de nitidez. Cuando están comenzando suelen cambiar el estado refractivo del ojo, provocando  una miopización, así como otros síntomas como deslumbramientos o visión borrosa ocasional y fluctuante. Algunos tipos de catarata, como las corticales, producen importantes alteraciones de la visión desde el inicio, fundamentalmente deslumbramientos y gran disminución de la visión en condiciones de gran luminosidad, otras, sin embargo, van provocando pérdida lenta y progresiva de nitidez y atenuación de los colores.

En casos avanzados pueden provocar la  pérdida completa de la visión.

catarata hipermadura

Por qué se produce

En la mayoría de los casos se produce por el envejecimiento natural del ojo, aunque puede deberse a otras causas como traumatismos, toma de fármacos como corticoides, inflamaciones, de nacimiento, etc.

Como se trata

Hoy en día el único tratamiento posible es la cirugía. La técnica actual de elección es la facoemulsificación del cristalino e implante de lente intraocular. Gracias a los constantes y rápidos avances en las técnicas quirúrgicas se consiguen espectaculares resultados, con intervenciones de apenas diez minutos y rápida recuperación visual. La intervención se realiza habitualmente bajo anestesia tópica (gotas) e intraocular.

Se realizan dos pequeñas incisiones de aproximadamente 1 y 2 milímetros a través de las cuales se introducen los instrumentos. Durante la cirugía se disuelve el cristalino mediante ultrasonidos y se aspira todo el contenido de la catarata, dejando solo el saco capsular (fina membrana que envuelve el cristalino) que es donde colocamos la lente intraocular.

Por lo general no es necesario dar puntos y el paciente se puede ir a casa tras la intervención con el ojo destapado.

Los grandes avances en las lentes intraoculares permiten hoy en día disponer de  un amplio abanico de posibilidades en constante desarrollo. Podemos implantar lentes monofocales que corregirán solo la visión de lejos, con las que el paciente seguirá necesitando las gafas para ver de cerca y a distancia intermedia (uso del ordenador); o lentes más modernas multifocales que permiten también corregir la visión de cerca y media distancia.

Cuando debe operarse

Por lo general, la catarata debe intervenirse cuando la alteración visual que provoca afecta a la vida diaria, por ello esto dependerá de cada paciente, de su edad, actividades que realiza,  trabajo, etc.

Hay  otras situaciones en las que la indicación no depende de la visión del paciente sino que es necesario operarlas por otros criterios médicos, como dificultad para explorar o tratar enfermedades de la retina, riesgo de padecer ciertos tipos de glaucoma, etc.

Es importante saber que las cataratas muy avanzadas tienen mucho más riesgo quirúrgico, por lo que no se debe llegar a esa situación.

Que debe saber si va a operarse

Aunque se trata de una intervención rápida y muy segura, es una operación intraocular y por lo tanto no está exenta de riesgos, que dependerán fundamentalmente de la habilidad del cirujano, así como del tipo de catarata y del estado del ojo. Es importante que le comente a su médico cualquier enfermedad que padezca o haya padecido y todos los medicamentos que tome.

Uno de los principales riesgos de esta cirugía, por su gravedad, es la infección intraocular. Con los protocolos actuales de prevención de infecciones, estas son muy raras, aun así, es importante que extreme las medidas de higiene desde varios días antes de la cirugía hasta que termine el post operatorio.

Hoy en día, la cirugía de catarata, en la mayoría de las ocasiones, se realiza bajo anestesia tópica. Este tipo de anestesia evita las molestas inyecciones perioculares, pero precisa de cierta colaboración del paciente. En realidad se trata de una cirugía por lo general cómoda para el paciente, sin apenas molestias y de unos 10 minutos de duración. Por ello lo más importante es que vaya tranquilo a la intervención y siga las instrucciones, que salvo en casos excepcionales, los pacientes cumplen sin ninguna dificultad.

En los días siguientes a la intervención, el paciente puede realizar una vida casi normal, evitando esfuerzos y movimientos bruscos, frotarse el ojo y manteniendo medidas de higiene correctas. Por lo demás, podrá sin problemas salir a la calle, leer o ver la televisión, etc. Su oftalmólogo le prescribirá un tratamiento en colirio que deberá realizar durante 3 ó 4 semanas.

La intervención de catarata es una buena oportunidad para eliminar los defectos de refracción, miopía, hipermetropía y astigmatismo, así como la presbicia o vista cansada. Las lentes más básicas corrigen la miopía o la hipermetropía, pero para corregir el astigmatismo o la presbicia son necesarias lentes más específicas. Por ello es importante que valore y comente con el oftalmólogo cuáles son sus expectativas, ya que es una intervención que se realiza una sola vez en la vida y el tipo de lente que elija será para siempre, teniendo la posibilidad de prescindir de las gafas para la mayor parte de su tiempo. 

En  todas las cirugías, por muy avanzadas que estén, el principal factor pronóstico será siempre la habilidad del cirujano y los medios de los que disponga, así que es importante que acuda siempre a un profesional de su plena confianza.