El color de los ojos viene determinado principalmente por la cantidad de melanina que contiene el iris. La melanina es un pigmento que se encuentra en las células expuestas al sol, cuya función es proteger los tejidos de la radiación ultravioleta, así mismo es la responsable del color de la piel, el pelo y los ojos.
El iris está formado por dos capas principales. Una capa posterior, llamada epitelio pigmentario, con gran densidad de melanina, responsable principal de la opacidad del iris para evitar que lo atraviese la luz, y una capa anterior llamada estroma, con abundantes fibras y criptas, con una densidad variable de melanina y responsable del color del ojo.1
Los posibles colores del ojo se encuentran en una gama que va desde el azul claro hasta el marrón oscuro, siendo la clasificación más habitual la de Azul / Avellana / Marrón. Lo que determina principalmente el color de ojos de cada persona es la genética. Se trata de una herencia, en principio, dominante para el color marrón y recesivo para el color azul, pero estudios recientes indican que en realidad se trata de una herencia poligénica, lo que hace que en ocasiones no se cumplan las leyes mendelianas y sea posible que unos padres con ojos azules puedan tener un hijo con ojos marrones.2
En cualquier caso, la genética determina la densidad de melanina que presentará el iris, y por tanto su tipo de color principal, pero el color definitivo del ojo depende también de otros factores como la distribución de la melanina, los surcos y las criptas del estroma del iris, que determinan finalmente la infinita variedad de colores de ojos que existen.
La melanina se crea por estímulo de la luz, por ello en los recién nacidos es escasa y la mayoría tienen los ojos claros, con el crecimiento los melanocitos del iris van creando melanina y el color del ojo se va oscureciendo hasta obtener su color definitivo sobre los 5-6 meses de vida. Aunque en la mayoría de los casos, a esa edad, el color es ya estable, en otros puede haber algunos cambios fisiológicos durante la infancia, la adolescencia o incluso la adad adulta.3
En España, el color más habitual es el Avellana (55%), seguido del marrón (29%) y por último el azul (16%).4
Los ojos claros (azules y grises) se deben a la escasa densidad de melanina en el estroma del iris.
Los ojos intermedios color Avellana (verde y marrón claro) se deben a una densidad media de melanina y a la distribución variable de ésta, más escasa en la periferia del iris (color verde) y una mayor concentración (color marrón) en el borde pupilar. Las múltiples combinaciones de esta distribución es lo que determina la gran variedad de colores intermedios que existen.
Por último, el color marrón se debe a una alta densidad de melanina, generalmente uniforme en todo el iris.
- I G Rennie. Don’t it make my blue eyes brown: heterochromia and other abnormalities of the iris. Eye (Lond). 2012 Jan; 26(1): 29–50.
- Davenport GC, Davenport CB. Heredity of eye-colour in man. Science. 1907;26:590–592.
- Laszlo Z. Bito et al. Eye Color Changes Past Early Childhood. Arch Ophthalmol. 1997;115(5):659-663.
- Yerena Muñoz Díaz. Iris color: validation of a new classification and
distribution in a Spanish population-based sample. European Journal of Ophthalmology. Vol. 19 no. 4, 2009: 686-689.
Albinismo ocular
El albinismo es un trastorno hereditario que provoca que los melanocitos no pueden producir la cantidad de melanina necesaria. Se trata de una herencia autosómica recesiva, por lo que para que se exprese fenotípicamente debe heredar el gen de cada progenitor, siendo muy probable que los mismos no expresasen el trastorno.
La escasa o nula capacidad de los melanocitos para producir melanina provoca un fenotípo caracterizado por la piel muy pálida, color de pelo rubio o blanco y ojo claros o rojizos. El color rojizo de ojos se debe a la luz reflejada en la retina (de sus vasos sanguíneos) que atraviesa el estroma del iris (el mismo efecto de los ojos rojos provocados por el flash en las fotos, pero en todo el iris y no solo en la pupila).
La ausencia o escasez de melanina hace que estas personas sean más sensibles al efecto de la luz ultravioleta, y por lo tanto mayor riesgo de enfermedades de la piel relacionadas con la misma, como queratosis actínica, carcinoma de células escamosas y basales y melanoma.
A nivel ocular es habitual, además de la fotofobia, la baja visión provocada por otros trastornos del desarrollo ocular, como la escasa pigmentación de la retina, alteraciones en el nervio óptico, nistagmus y estrabismo.
El albinismo puede ser un trastorno aislado o asociarse a otros trastornos genéticos en el contexto de síndromes con consecuencias aún más graves para la salud.
En cualquier caso, la persona albina debe llevar un estricto seguimiento médico que incluya la revisión oftalmológica periódica.
Cambios en el color del iris
Nevus de iris
El iris es un lugar habitual para la presencia de nevus. Son más frecuentes en ojos de color claro. Son pequeños y planos o ligeramente sobre elevados y no distorsionan la anatomía normal del iris. Pueden aumentar de tamaño ligeramente y volverse más oscuros en la adolescencia. Es importante diferenciarlos de otras tumores como el melanoma o el leiomioma, y de otras patologías como nódulos en enfermedades inflamatorias o cambios en la coloración por atrofias de distinto origen (uveitis, síndrome heterocrómico de Fusch, etc.)
Es preciso el seguimiento de las lesiones para detectar cambios sospechosos en las mismas, y ante cualquier cambio en el tamaño o color debe acudir al oftalmólogo para valoración.